Actuadores de motor

El ángulo de la válvula es controlado por el sistema electrónico de la mariposa, que mantiene comunicación constante con el sistema de gestión del motor. Los datos resultantes se comparan en tiempo real. El sistema de gestión del motor calcula la posición óptima de la mariposa en lo que respecta al ahorro de combustible y las emisiones. La información es luego reenviada al sistema electrónico de la mariposa, que se basa en ella para ajustar el ángulo de la válvula.

El sistema de gestión del motor compara la posición del acelerador con otros datos del sensor de a bordo. A continuación, se calcula el ángulo óptimo de la mariposa tomando como base las condiciones del motor en ese momento. Estos datos se envían a la mariposa y, a partir de ellos, la válvula se coloca en la posición correspondiente, es decir, la mariposa es controlada únicamente por medio de una señal electrónica procedente del sistema de gestión del motor. Uno de los principales beneficios es la mejora de la eficiencia en cualquier condición de carga.

Proporcionan un ajuste dinámico del flujo del aire en la válvula de derivación del acelerador que asegura en todo momento un ralentí óptimo. Funcionando conjuntamente con los sensores correspondientes y con una unidad de control electrónico, estos dispositivos proporcionan una rápida respuesta a cualquier variación de la velocidad de ralentí.

Analiza una serie de datos en función de los cuales compensa las variaciones de la velocidad del ralentí del motor. Si se detecta una desviación, la unidad de control electrónico emite una orden al controlador de velocidad para que modifique la posición de la válvula de derivación, reestableciendo así la velocidad óptima.

Las válvulas de control de aire sirven para limitar la entrada de aire en la toma de admisión de los motores diésel mediante un motor eléctrico y regular con precisión la recirculación de los gases de escape, cumpliendo así con las normativas exigentes sobre emisión de gases de escape. De este modo también se corrigen las molestas sacudidas que se producen al apagar los motores diesel.

En comparación con las válvulas tradicionales, estas válvulas se accionan electrónicamente y permiten controlar con mayor precisión si cabe la tasa de recirculación de gases de escape en los motores diésel y en los de gasolina de inyección directa. De este modo contribuyen de manera importante al cumplimiento de las normas aún más estrictas sobre emisiones de gases de escape.

Ligeros, compactos y fiables. El accionador eléctrico con sensor de posición integrados y electrónica opcional integrada permite regular de forma continua las válvulas de mariposa del colector de admisión y los álabes guía del turbocompresor. Su mayor precisión de control significa que están sustituyendo a los accionamientos neumáticos estándar, por no poder cumplir con requisitos más estrictos.